Juego limpio: padres y deporte

Seguimos con nuestra serie de entradas relacionadas con el juego limpio. En esta ocasión, les llega el turno a los padres y madres de nuestros jóvenes deportistas, quienes juegan un papel fundamental en la educación de sus hijos al ser claros referentes y modelos de comportamiento.

Hay algunos padres a los que les cuesta desvincularse de la competitividad del deporte que practican sus hijos. Como consecuencia, surgen conflictos, gritos e incluso peleas durante algunos partidos.

En los últimos meses, hemos podido presenciar en los informativos algunos casos de padres que provocaron situaciones bochornosas durante partidos de fútbol en los que participaban sus hijos. Cegados por una agresividad desmedida protagonizaron serios enfrentamientos que dada su crudeza, saltaron a los medios nacionales.

En el deporte base, es habitual escuchar insultos al árbitro, reproches a los contrarios e incluso a los jugadores del propio equipo, faltas de respeto a los entrenadores... El detonante de esta situación suele ser unas expectativas de éxito alejadas de la realidad que traslada al pequeño un exceso de responsabilidad y una presión que pueden dar como resultado desmotivación.

El papel que deben jugar los padres de nuestros jóvenes deportistas es el de motivadores, ayudándoles a desarrollar una serie de valores muy útiles, ligados al deporte. Nos gustaría compartir con todos vosotros algunas ideas que pueden ayudar a mejorar la situación.

- Al acabar el partido, pregúntale si se ha divertido y evita darle mucha importancia al resultado.

- Trata con respeto a todos los niños (los del equipo rival y los del propio)

- Respeta las decisiones del árbitro aún cuando consideres que son equivocadas.

- Respeta la labor del entrenador y evita dar instrucciones desde la grada.

- Anima de forma positiva. Como en el tenis aplaude los aciertos, nunca los errores del rival.

- Fomenta la autonomía de tu hijo haciendo que prepare su material tanto antes de empezar como al terminar la práctica deportiva.

- Recuerda que eres el espejo en el que se mira tu hijo, su referente.

- Disfruta del momento y compártelo con tu hijo.

Recordad que debemos preocuparnos por el rendimiento de nuestros hijos en el colegio, mientras que el deporte debe ser una forma de diversión.

¡Trabajemos por un deporte sano en todos los sentidos!