Curiosidades sobre el hipo


El hipo consiste en una contracción involuntaria y repetitiva del diafragma y los músculos inspiratorios que provoca una inspiración súbita que origina un sonido muy peculiar al cerrarse bruscamente las cuerdas vocales. El hipo es muy común en bebés y niños pequeños; de hecho, el hipo comienza en el útero a las 9 semanas de gestación. Según algunos estudios científicos, se trata de un mecanismo clave para el desarrollo del cerebro que ayudaría al bebé a aprender cómo regular la respiración. 


Hablando de las personas adultas, en la mayor parte de los casos se desconoce su causa, aunque en algunas ocasiones el hipo puede ser un síntoma de otras problemas del sistema nervioso central, enfermedades torácicas o patologías de índole cardiaca. 

En el caso de los niños suele aparecer durante o tras un ataque de llanto o al tomar el pecho o el biberón. En el caso de los adultos, las principales causas pueden ser tomar bebidas con gas, comer demasiado y muy rápido, estrés, alcohol, cambios bruscos de temperatura, tragar aire al masticar chicle...


Normalmente este "problemilla" se resolverá de manera espontánea en unos minutos pero si no somos capaces de esperar podemos recurrir a los remedios populares... beber un vaso de agua por el lado contrario o sufrir un buen susto. Sin embargo, científicos británicos aseguran haber encontrado el remedio definitivo; ¡tomad nota! Se trata de apretarse los oídos con los dedos mientras se sorbe con una pajita un vaso de agua. Según parece, este método reúne una serie de remedios que otros autores recomiendan como:

  • maniobras respiratorias:  o dicho de otro modo, aguantar la respiración mientras se bebe (también puede funcionar respirar dentro de una bolsa de papel)
  • estimulación nasal y faríngea: traicionando la lengua para sorber el agua 
  • compresión bilateral del conducto auditivo externo
Por último, para aquellos casos en los que el hipo se prolongue más allá de las 48 horas seguidas hay que acudir al médico para averiguar su verdadero origen y pautar una solución.

Pues ya sabéis deportistas, tened preparada la pajita y el vaso de agua para hacer frente al próximo ataque de hipo y poder contarnos si este remedio funciona o no. Y en caso de que no solucionemos el problema, tenemos la certeza de que las risas estarán aseguradas...

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